Su mente y sus sentimientos después del tratamiento del cáncer

 Así como el tratamiento del cáncer afecta su salud física, también afecta la manera como se siente, piensa y hace las cosas que le gustan. El tratamiento, además de ocasionar muchas emociones que podrían sorprenderle, puede de hecho cambiar la forma en que funciona su cerebro. Así como necesita cuidar su cuerpo después del tratamiento, necesita también cuidar sus emociones.


La experiencia del cáncer es diferente y exclusiva para cada persona e igualmente exclusivos son también los miedos y las emociones que tenga. Los valores con los que creció pueden afectar la forma en que piense y se enfrente al cáncer. Algunas personas sienten que deben ser fuertes y proteger a sus amigos y familiares. Otras buscan el apoyo de sus seres queridos y de otros sobrevivientes de cáncer, o se respaldan (o amparan) en la fe para seguir adelante. Algunos encuentran ayuda entre consejeros y otras personas ajenas a la familia, mientras otros no se sienten cómodos con esta opción. Cualquiera que sea su decisión, es importante que haga lo que esté bien para usted y no se compare con otros.
Es normal preocuparse por el regreso del cáncer (o sea lo que se llama "recurrencia"), especialmente durante el primer año después del tratamiento. Este es uno de los temores más comunes que tienen las personas después del tratamiento del cáncer. Incluso años después del tratamiento este miedo puede estar siempre presente.
Para algunos el temor es tan fuerte que dejan de disfrutar la vida, no duermen bien, no comen bien y ni siquiera van a las visitas de seguimiento. "¿Qué voy a hacer si me regresa?" decía una mujer. "Nunca pensé que me recuperaría la primera vez". Por supuesto, no todo el mundo reacciona de esta manera. Como un sobreviviente lo expresaba, "el cáncer forma parte de la vida y siempre tenemos esperanzas".
Muchos sobrevivientes cuentan que a medida que pasa el tiempo, el miedo a que el cáncer regrese disminuye y cada vez piensan menos en su cáncer. Sin embargo, incluso años después del tratamiento, algunos sucesos pueden hacer que usted se preocupe por su salud. Estos pueden incluir:
  • Visitas de seguimiento.
  • Aniversarios (como la fecha del diagnóstico, o de la cirugía, o del final del tratamiento).
  • Cumpleaños.
  • Enfermedad de un miembro de la familia.
  • Síntomas similares a los que tuvo cuando descubrió que tenía cáncer.
  • La muerte de alguien que tenía cáncer.
  • Recuerdos personales. Por ejemplo, una persona dijo que durante la quimioterapia iba a un restaurante en particular, porque las malteadas que servían ahí eran lo único que podía comer. Después del tratamiento tuvo que dejar de ir al restaurante porque le recordaba el tratamiento y se le "revolvía el estómago".

Sugerencias para manejar los temores de que el cáncer regrese
¿Cómo manejar el miedo de que el cáncer regrese? Aquí le brindamos algunas ideas que han ayudado a otras personas a controlar ese miedo y dar paso a la esperanza.
  • Infórmese. Aprenda sobre el cáncer, sobre lo que puede hacer por su salud ahora, e investigue acerca de los servicios que tiene a su disposición; eso le puede dar un mayor sentido de control. Algunos estudios sugieren incluso que las personas mejor informadas acerca de su enfermedad y tratamiento tienen más probabilidad de seguir con sus planes de tratamiento y de recuperarse del cáncer más rápidamente que quienes no lo están.
  • Exprese los sentimientos de temor, enojo o tristeza. La capacidad de comunicar y controlar las emociones ayuda a muchas personas a sentirse menos preocupadas. Muchas personas descubren que cuando son capaces de expresar sus sentimientos fuertes, como el enojo y la tristeza, esos sentimientos se van, desaparecen. Algunos resuelven sus sentimientos hablando con amigos y familiares, con otros sobrevivientes de cáncer o con un consejero. Por supuesto, si usted prefiere no discutir su cáncer con otras personas, no lo tiene que hacer. De todas maneras tiene la posibilidad de expresar sus sentimientos pensando en ellos o escribiéndolos en un papel.
    Pensar y hablar de sus sentimientos puede ser difícil. Algunas personas quieren simplemente seguir adelante. Se quitan de la mente la idea del cáncer y todo lo que lo acompaña. Aunque es importante no dejar que el cáncer "controle su vida", puede ser difícil hacerlo.
    A veces por diferencias del idioma y hábitos sociales y familiares es difícil comunicarse con otros. Por ejemplo, para una persona de la comunidad latina le puede ser muy difícil hablar francamente de sus problemas con gente de otra cultura. Por ello sería conveniente que usted buscara recursos latinos en la zona donde vive, si existen. Si no existen, hay recursos a través del teléfono y la Internet.
    Si descubre que el cáncer está "dominando" su vida, debería buscar la forma de expresar sus sentimientos.
  • Trate de tener una actitud positiva, eso le puede ayudar a sentirse mejor. A veces esto significa buscar las cosas buenas incluso en un mal momento, o tratar de sentirse optimista en vez de pensar en lo peor. Emplee su energía para concentrarse en el bienestar y en lo que puede hacer ahora para mantenerse tan sano como sea posible.
    No se sienta culpable de su enfermedad. Algunas personas creen que tienen cáncer debido a algo que hicieron o dejaron de hacer. Eso por lo general no es cierto y usted no debería pensar en esas cosas. Recuerde, el cáncer puede ocurrirle a cualquiera.
    No necesita estar de buen humor todo el tiempo. Muchas personas dicen que desean tener la libertad de dar rienda suelta a sus sentimientos de vez en cuando. Como decía una mujer,"cuando las cosas se ponen realmente mal, le digo a mi familia que estoy teniendo un mal día debido al cáncer ... cancelo todas mis citas. Me subo y me meto en la cama".
  • Manténgase tan activo como pueda. Salir de la casa y hacer algo que valga la pena puede ayudarle a pensar en otras cosas distintas al cáncer y a las preocupaciones que éste trae.
  • Controle lo que pueda. Algunas personas dicen que el poner sus vidas en orden las hace sentir menos atemorizadas. Dedicarse al cuidado de su salud, mantener una vida social activa, y hacer cambios en el estilo de vida puede ser muy beneficioso para usted. Incluso establecer una rutina diaria puede darle más poder. Y aunque nadie puede controlar cada pensamiento, algunos dicen que han resuelto no prestarle mucha atención a los que los atemorizan.

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